Planeta B es una icónica representación de de la sequía de la Tierra.
Inspirada en la tierra seca del desierto, se fabricó una esfera con trozos de «tierra agrietada» recogidos en las cercanías y se mezcló con mortero de fraguado fino, malla metálica y una base redonda de plástico.
Desde el punto de vista ambiental se dice que no hay un Planeta B porque tenemos uno solo, razón por la cual debemos cuidar el único hábitat que tenemos pues no contamos con una alternativa.
El concepto de Planeta B es que la Tierra va a seguir su curso independientemente de nuestras acciones, aunque las mismas puedan llevar a modificarlo de forma tal que sea imposible para el desarrollo humano.
El proyecto incluye una performance y un poema (una oda) de Kristen Elzey, para invitar al espectador a reflexionar en torno al cuidado de nuestro planeta.
Una oda a este lugar que hemos llegado a apreciar
A las arenas agrietadas y la piel sedienta
A la curvatura de la naturaleza y a las texturas curiosas
A paisajes siempre cambiantes y al mar, retirándose, agotándose
La pesadez pero también la flotabilidad de todo ello
A la inspiración hallada en las grietas y hendiduras, en los espacios entre medio
A construir desde los márgenes
A prueba y error, segundas oportunidades, lecciones aprendidas de los fracasos
A atravesar el duelo con crecimiento y el crecimiento a través del duelo
A cuidar de otros y de los terrenos por los que transitamos
A nutrirnos en espacios salvajes y estériles
Con intenciones consideradas de dar forma a un nuevo mundo
A partir de lo que de otro modo sería dejado a la decadencia
Desde el polvo hasta el polvo reforzado
Les presentamos: La esfera, Planeta B, mejor conocida como la bola de tierra.
Esta escultura fue hecha utilizando piezas de tierra agrietada recogidas en el desierto de Sonora, en California, Estados Unidos.